Sonó mi alarma a las 7 de la
mañana, tenía que preparar todavía la maleta. La preparé y luego salí hacia la
cocina, en el sofá todavía estaba Mangel durmiendo. Me agaché hacia él, estaba
durmiendo como si no hubiera mañana, soltó hasta un ronquido. Empecé a reír y le
soplé en la oreja, se asustó.
- Cohoneh . –empezó a reír. -
¿Noh vamoh?
- Sip. –asentí. -¿Te duele? –le señalé
el hombro.
- Nah, esta mejoh. –dijo él.
Fuimos a desayunar algo, teníamos cara de zombie los dos.
- ¿Los avisamos cuando lleguemos
o no?- le pregunté.
- Noh, que le quiero meteh un
sustoh a Rubiuh. –hizo una risa marvada. Solté una risa.
- Llevas una cara de zombie. -le comenté.
- Mira quien hablah. -dijo él.
- Perdona, soy un zombie adorable.
- A mi de adorableh no me ganah.
- ¿Quien dice eso? -lo reté.
Me puso una cara como decirlo... ADORABLE de verdad.
- Vale, tu ganas. -me rendí.
- Siempre te gano en tóh. -rió.
- Ya veremos. -subí una ceja.
Cuando acabamos de desayunar fui hacia
mi habitación y él me siguió. Entró dentro y yo lo empecé a empujar para que
saliera.
- Fuera, que me tengo que vestir.
–susurré para no despertar a mi madre.
- ¡Que mi maletah estah ahí! –se quejó
mientras intentaba entrar. Yo lo seguí empujando.
- Que no grites, que mi madre
está durmiendo hombre.
- Pueh por eso, damelah ya, y así
no despertamoh a tu mahe. –me cogió por la tripa y me hizo cosquillas, solté
una carcajada, mi punto débil, las cosquillas. Logró entrar y cogió la maleta.
- Venga, pa fuera. –lo empujé.
- Valeh valeh. –rió.
Me acabé de vestir y desperté a
mi madre para que nos llevara a la estación. Recogí antes la ropa limpia del
tendedero y la metí en la maleta. Subimos al coche y mi madre salió en pijama a
la calle y se metió al coche con cara de zombie también. Típico de mi madre,
siempre me llevaba al colegio en pijama. Total, no salía del coche.
Nos dejó en la estación y nos
despedimos de ella. Me abrazó fuerte, por poco me ahoga.
- Ten mucho cuidado hija. Ni se
te ocurra confiar en alguien que no conozcas.
- Lo sé Mamá. –reí.
- Y si necesitas a alguien que te
ayude con las mudanzas no llames a ninguna empresa. –insistió.
- Lo sé Mamá. –repetí. –Si necesito
un hombre para eso ya lo llamaré a él. –señalé a Mangel.
- Eh. –dijo él.
- Y tampoco…
- Vale Mamá, me queda claro. –le di
dos besos interrumpiéndola para que se callara. – Adiós te quiero. Nos vemos
pronto etc, etc. –cogí a Mangel de la mano y nos dirigimos al tren, ya teníamos
los billetes comprados, mi madre.
Entramos rápidamente en el ave y
nos acomodamos en el asiento. Saqué la sudadera de la maleta y le la lancé.
- Póntela, que se le ha sacado el
olor. –Mangel rió y obedeció. Me puse esta canción: Hey Brother (abriiid en otra ventana:3) A la que tan
enganchada estaba, me puse a mirar por la ventana y hasta me dormí un buen
rato. Cuando desperté miré a Mangel, que estaba dormido con la cara aplastada
contra la ventana. Le toqué los labios con los dedos y ni siquiera se movió. Estaba demasiado cansado como para
despertarse.
Le envié un mensaje a Laura diciéndole que estábamos a punto de
llegar.
Tampoco vio el mensaje, todos
estarían durmiendo como bestias. Intenté con Tamara.
*Conversación*
Yo: Señññññoooraaaaaa :3
Tam: ¿Cómo esta usté muhé? :D
Yo: Bieeen, estamos ya de camino pallá.
Tam: ¿Siii? Oish, pueh luego paso a verte :D Tenemos que ir a Zoo
yayayayaya!
Yo: Lo sé. Pero en este momento no tengo cuerpo ni pa hablah. Tu déjame
dormir y ya veremos ;P
Tam: Valeee cosa durmiente.
Yo: ¿Y qué tal con el Bros? :B
Tam: Pues… no sé, el otro día discutimos. Y está raro conmigo.
Yo: ¿Y eso? :s
Tam: Ni idea… le cogió algo y mira.
Yo:¿ Pero no te hizo nada no?
Tam: Nono.
Yo: Buenos, si no te ha tocao valeJ
Seguí hablando con ella un rato
hasta que noté como me soplaban la oreja. Me estremecí y solté una risa.
- ¿Queh? –sonrió.
- ¿Qué? –lo imité.
- ¿Mangel? –dijeron a mi lado.
Mangel y yo giramos la mirada y había una chica.
- Holah. –dijo él. Yo me quedé
igual.
- ¿Me puedo hacer una foto
contigo? –estaba medio temblando.
- Claroh. –Mangel se levantó y yo
aparté las piernas para que pudiera pasar.
- ¿Os hago la foto? –le sonreí
simpática a la chica. Me dio su móvil todavía con la mano temblorosa y les hice
la foto.
- Oh dios mío, muchas gracias por
todo, enserio. –dijo ella nerviosa.
- Nah. –Mangel pasó su mano por
su hombro y le dio un abrazo, la niña por poco no se desmaya. Ella se fue y Mangel se volvió a sentar.
- Oh, míralo que buen zagal con
sus fans. Yo solía ser así.
- Tu nunca has sio así. –rió
- Hombre, por qué me lo he
callao.
- Yah. –subió una ceja y rió.
Llegamos un rato después y nos
bajamos del tren, entramos en el coche de mi madre, que ahora lo llevaba yo. Y
llevé a Mangel a su casa. El tiempo estaba un poco nublado otra vez, subimos a
su casa y en silencio Mangel abrió la puerta. Serían las 10 de la mañana.
Encontramos a Rubén dormido en el sofá, adorable. Seguramente estaba mirando la tele o
algo.
Mangel y yo nos acercamos a él y
yo le iba a susurrar algo, pero Mangel fue a por el SARSEO como dirían ellos.
Le gritó en el oído.
- ¡WEEEEEEEEY! –Rubius pegó un salto
del sofá y soltó un grito. Nos vio y se cubrió la cara con el cojín, empezó a
reír.
- Hola, buenos días Bello
durmienteee –le intenté sacar el cojín de la cara pero le cogió con fuerza,
luego me sacó el dedo.
- Yo también te quiero. -le dí un golpecito en la mejilla y sonrió.
- ¿Ya se ha solucionado todo con
el tío ese? -dijo todavía en el sofá.
- En la puta cárcel. –hice una
sonrisa victoriosa.
- Olé -sonrió.
- Mu buenah eh. -dijo Mangel.
- Mamón. –extendió los brazos y Mangel lo abrazó.
Rubén le dió golpes en la espalda mientras le daba golpecitos en la espalda. Este se quejó, mierda, el
hombro. - ¿Qué pasa? –se apartó.
- Nah, que me duele un poco el
hombro, no más. –disimuló un poco culo. Pero Rubius se lo tragó.
- Bueno, yo me voy pa casa. A ver
si no me la ha destrozado mucho la señora Laura.
- Wepaaas, esperate que le damos una sorpresa.
–Rubius cogió el móvil y marcó el número de Laura. Lo cogió al quinto pitido.
-¿Qué haces llamando tan pronto
hombre?
- Pues mira, que me da la gana
despertarme tan pronto. –rió él. – Ahora vamos para allá todos, para cuando vengan
los tortolos. –nos miró. – Les hacemos una sorpraise sorpraise.
- Venga vale. –dijo ella con la
voz dormida. Rubius colgó y volvió la vista a nosotros.
- Ahora a buscar a Tamara. –dijo.
- ¿Y Cheetos? –preguntó Mangel con
gracia.
- Aquís. –Cheeto asomó la cabeza
por la puerta y sonrió.
- ¡Hombres! –nos abrazamos. - ¿Y
tú qué haces aquí?
- Que a Rubiuh le daba mieo estar
solico. –miró a Rubius que estaba sentado en el sofá con cara de inocente.
- Con esah vamoh eh. –le dijo
Mangel.
- Yo no quería. –Rubius puso cara
de pena.
- Eso dicen tós. –Mangel hizo ver
que se enfadaba.
- Si yo te quiero, y lo sabes. –insistió
Rubius.
- Yah.
- Pues ahora te hecho fuera de
casa. –ahora se enfadó Rubén.
- ¿Comoh? –Mangel se sentó en el
sofá. - ¿De tu casah de Madrih?
- Si, venga fuera.
- Si er que tendriah que estah
enfadao soy yo. –rió Mangel.
- No, aquí la que se tiene que
enfadar soy yo como no tiremos ya a buscar a Tamara. –los obligué a levantarse.
Nos metimos en el coche y Cheeto condujo
hacia casa de Tamara, mientras ponían música, Mangel iba bailando delante.
Llegamos a la puerta de casa de
Tamara y llamé al timbre, salió y se tiró encima de mí. Estaba rara, le pasaba
algo. Cuando me separé de ella pude notar que le había pasado algo malo. Tenía
una mancha de pote mal maquillada sobre la mejilla, debajo de esta había un
morado.
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AJAJAJAJAJ SOU MACH GIFS. Pero bah, así es mas interesante la novelilla :3 Espero que ooos gustee jaosjoajs y graasiaaah a tooos por leer y comentar lo que os parece LOVE U SOU MACH! <3
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AJAJAJAJAJ SOU MACH GIFS. Pero bah, así es mas interesante la novelilla :3 Espero que ooos gustee jaosjoajs y graasiaaah a tooos por leer y comentar lo que os parece LOVE U SOU MACH! <3
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