lunes, 11 de noviembre de 2013

Capítulo 26

Llamé a Laura y quedamos para ir a un Mc Donalds, comida basura, vida sana. Irónico nuestro lema ¿Verdad?
Llegué y minutos después apareció ella, pedimos algo de comer (como siempre yo me pedí unos nuggets) y nos sentamos.
- A vé, lo que te tenía que decir. –me dirigí a ella.
- ¿Es muy grave? –dijo dando un mordisco a su hamburguesa.
- No, pero tampoco es lo mejor del mundo.
- A ver cuéntame. –ahora dio un sorbo a su Coca Cola.
- Nos vamos a Barcelona. –sin darme tiempo a seguir contando, Laura escupió un poco de su Coca Cola y tosió. - ¡No espera! O sea yo no. –reí dándole golpecitos en la espalda.
- Joder no me asustes así. –volvió a toser.
- O sea, me voy una semana tonta. –reí
- ¿Y eso?
- Mi madre, que se muda por trabajo y toda la pesca.
- Bueno tía, a ver si mejoran las cosas, o si no ya sabes. Mi culo está disponible para ti, todo lo que quieras, cuando quieras.-bromeó guiñándome un ojo.
- Lo sé, cacho de mierda. –sonreímos.
- ¿Y cuando te vas?
- Pues mañana por la mañana.
- Joder, pues mis padres vienen hoy por la noche, adiós libertad.
- Quédate en mi casa mujé.
- ¿Enserio? –rió
- Pronto también será tuya, yatusabeh. –sonreí
- ¡Yei! Cuando vuelvas lo preparamos todo.
Acabamos de comer y acompañé a Laura a su casa, cogimos a Lou y se vino a la mía.  Entramos y dejé las cosas sobre la mesa. Todavía faltaban unas pocas horas para que se hiciera oscuro del todo, así que decidí ir a ver a Tamara.
- Oye niña, que me voy a ver a Tam. ¿Te vienes? –me giré y la vi acomodada en el sofá con la manta encima.
- Nah, si eso yo ya… -se acurrucó en la manta.
- Por supuesto. Tú ya te las arreglas para dormir mejor. –reí
Salí por la puerta y me dirigí a casa de Tam, estaba llegando al portal de su casa y me olvidé que no la había llamado. Cogí el móvil y marqué su número.
-  Oye mahara. –dije al móvil
- Digame usted. –dijo por la otra línea
- ¿Me puedo pasar un momento por tu casa?
- ¿Tienes ganas de mandanga eh? –rió ella. –Cuando tú quieras mujer.
- Claro que sí. –reí. – Pues para tu información ya estoy llegando a tu puerta. –reímos.
Llamé al timbre y me abrió la puerta.
- Violador a domicilio. –sonreí poniendo una voz de asesino.
- ¿Cuánto la hora? –hizo lo mismo ella.
- ¿Pero si soy un violador como te voy a cobrar mujer? –reímos
- Anda pasa loquilla. –entré en su casa y me senté en el sofá de su salón.
- ¿Cómo te va con Mario Bros? –sonreí
- Subnormal. –sonrió. –Pues creo que ahora está matando champiñones por ahí.
- Enséñame una foto suya anda. –levanté las cejas.
- Uy no me fio… que me lo fichas para tu lista de asesinatos. –dudó por un momento pero luego sacó el móvil y me enseñó una foto. Era el típico rubio, de ojos verdes, sonrisa preciosa y seguramente lo más maravilloso del mundo. Pero se veía que parecía majo.
- Venga a este lo dejare pasar. –le sonreí
- Eso espero. –reímos.
Nos sentamos un rato y miramos la televisión.
- ¿Sabes que mi madre se muda a Barcelona? –dije sin apartar la vista del televisor.
- ¿Qué dices enserio? –giró su cabeza hacia mí. Asentí.
– Sip, yo me voy una semana con ella, así que tendrás que cuidar de ti tu sola, que ya eres mayorcita.
- Joérs, yo no sé cuidar de mi misma. –se quejó en broma.
- Pues te dejo puesto esto y ya está. –cogí el mando y  cambié de canal, salió un canal infantil. Y los dibujos de Doraemon.
- Hostias. ¿Te acuerdas? –reímos recordando cuando lo mirábamos siempre juntas después del cole.
Nos quedamos un rato mirando la televisión y hablando, luego me despedí de ella y me fui para casa. Laura, como siempre seguía dormida en el sofá. La dejé ahí durmiendo y me dirigí a la cama. Recibí un mensaje, vaya en el momento justo.
*Conversación*
Mangel: Buenas noches:)
Yo: Vale. ¿Dónde tienes las cámaras? Ya estoy metida en la cama :’D
Mangel: Hombre, nos vamos a la hora que dicen los Lunnies.
Yo: jajajaj, a mí los Lunnies no me mandan. No me da miedo nada, que soy de Barcelona. Chaval.
Mangel: Uy que malota me ha salido… Eso no me gusta D:
Yo: Claro que no te gusta, te encanta ;D
Mangel: Lo sabes. Venga, buenah noshe. 
Me envió esta foto: 

Yo: OISH Miralo que bonico. Eso es delito.
Mangel: Bueno, entonces tu ya estarás en la carcel, enchironá. -sonreí como una tonta al móvil.
Yo: Anda anda mardito. Mañana nos llamamos para quedar en la estación
Mangel: Hasta adioh 

*Fin conversación*

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