Me enseñó su lista de canciones favoritas, había de todo,
menos Reggaeton está claro. Dios, como lo odio. Dimitri Vegas, Freddy Mercury, Borgore y Steve
Aoki es de lo que más había. Me puso una que me hizo venir muchos recuerdos:
Lo miré mientras sonaba la canción y lo abracé ocultando mi
cabeza en su cuello.
- Ustéh. –me apartó poniendo las manos sobre mi cintura y me
miró a la cara. Me hizo una sonrisa y esperó a que yo le hiciera una. Le
devolví y me dio un beso en la frente. Busqué más canciones y al ver la de Blue
Jeans de Lana del Rey la puse. Me encantaba. Subí el volumen y como era de
esperar, Laura apareció por la puerta.
- ¿Qué hace aquí mi amada? –Lana es la ídola de Laura.
Mangel sonrió y Rubius asomó la cabeza por detrás de Laura.
- ¿A ver queréis comer ya muyayos?
- Venga. –sonreímos dirigiéndonos al comedor, Rubius ya
había preparado la mesa con Laura. Había preparado spaguettis. Nos sentamos
todos y Rubius se acercó a Mangel y se sentó sobre su regazo poniendo sus manos
detrás de la nuca de Mangel.
- Oish Richard, como te quiero Richard. –empezó a “imitarme”
poniendo una voz aguda y haciendo caras.
- ¡Que te pireh!-Mangel se lo saco de encima.
- Sois muy románticos eh. –rió Ruben.
- Fac you. –le saqué el dedo. –Es culpa tuya por hacer el
dinosaurio encima de la silla. –rió sin entender lo que decía.
- Que se le ha quedao el culo encajao en la silla por que sa
partío el asiento –rió Mangel.
- Oh perfecto, ahora quedo como una gorda.
- Que diceh muhé. –sonrió Mangel.
Rubius se metió un puñado de spaguettis en la boca y empezó
a comer como si se acabara el mundo.
- Marrano. –reí
- ¿Cómo coño quieres que me los coma? –dijo con la boca
llena.
- Pues como las personas normales, oh espera… tú no sabes
que significa normal.-me burlé de él. Laura y Mangel soltaron un OOOU.
- Ehé. –Rubius me tiró un trozo de pan. –Pues los que no
somos normales tenemos más swag.
- Claro que sí. –sonreí.
Acabamos de comer y
Rubius se metió en su habitación para seguramente echar una siesta, se pasaba
la vida durmiendo o en el ordenador. Llamé a su puerta para despedirme y entré,
estaba en la cama jugando con Raspberry, volvió la vista a mí.
- Nos vamos ya. –le sonreí
- Venga muyaya. –se levantó y nos abrazamos.
Salimos de la habitación y Rubius se dirigió a Laura.
- Hasta otra loca.- le dio un pequeño pellizco en la mejilla
de forma cariñosa y esta sonrió.
- Adiós melón. –le dio un abrazo.
-¡Oish que monooos! –me puse las manos en las mejillas y me
burlé como Rubius hacia conmigo. Laura me sacó el dedo y Rubius sonrió, pasó su
mano por mi cabeza y se dirigió a su habitación.
Mangel nos acompañó a
la puerta de salida, se despidió de Laura y esta empezó a bajar las escaleras
mientras miraba el móvil.
- Te la traigo cuando esté limpia. –señalé la sudadera.
- Tranquilah cuando quiera usté. –sonrió. Nos quedamos un
rato sin saber que decir hasta que rompió el silencio.
- ¿Qué va a haceh hoy?
- Pues voy a quedar a dormir con las dos otras. –sonreí
- Ehta bien, pero nada de tíoh –sonrió señalándome con el
dedo.
- Lo sé, solo chicas, y Lou. –sonreí
- ¿Te llevah al gato también?
- Sip, se lleva bien con los animales de Laura.- sonreí
- ¿Así que te llevah ar gato y a mí no? –puso cara de
cachorro.
- Claro, para que te los comas a todos ¿no tigre?
- No es justo. –rió. –Buenoh que vuelvah cuando quierah.
- No lo dude usté.- sonreí. Escuché a Laura desde
abajo. – Bueno hablamos. –sonreí.
- Ven aquí. –me abrazó y yo correspondí su abrazo. Nos
mecimos un rato hacia atrás y por poco no me mato por la escalera. – Te vas a matah.
–rió.
- Corrige, me vas a matar. –sonreí. – Bueno, que me voy ya.
–le di un beso en la mejilla.
- Adioh. –me agarró de la manga y me dio el también un beso
en la mejilla.
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